Su abuela solía contarle historias.

A medida que avanzaba la trama se inventaba personajes,
conflictos, puntos de giro.

Las ideas bajaban de las nubes,
daban cuerda a los labios y
estos dejaban salir una nueva palabra de su boca.

Era como una bonita caja de música,
pero repleta de cuentos.

Please follow and like us:
LinkedIn
Instagram

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *